La tía abuela

Fue una casualidad que coincidiera el nacimiento de Itzcóatl con la visita de mi tía Sandra con Oscar Torres, Andrés, Fabián, Oscar Fernando y su esposa a la Ciudad de México, pero así fue de manera que pudieron visitarme el mero día del nacimiento de mi hijo, en el hospital. Algo que me sorprendió mucho fue la emoción que me pareció, causño en Andrés este acontecimiento; yo recuerdo cuando él nació, también fue emocionante, y cuando lo fui a visitar a casa de mi tía con mi papá y él dijo que era un recién nacido bonito, cosa inusual.

La abuelita

Estuvo aquí los primeros quince días de la vida de su nieto Itzcóatl. Nos ayudó muchísimo con la casa y con otras cosas, es raro que ya se haya ido. Me gustó aprender a tejer con ella, aunque el zapatito que le hice a mi hijo me quedó gigante, y ayer quería empezar el segundo y resulta que se me olvidó cómo montar los puntos, tendré que preguntarle a la casera.

Las tías